Un prolífico Filósofo y Teólogo de origen Danés. Una figura enigmática debido a (él mismo lo menciona) su naturaleza débil pero de fuertes palabras. Su escritura magnífica encierra el pensamiento tan amplio que proyectaba en sus obras, producto de la angustia y otros raciocinios, que lo coloca como uno de los grandes pensadores y de mayor influencia dentro de la Filosofía y la literatura. ¡Lærer Kierkegaard!
"Así como el animal en cautividad recorre a diario la jaula para desentumecer sus patas o mide la longitud de su cadena, así mido yo la longitud de la mía, remontándome hasta la muerte, para desentumecer mis miembros, y hacer más llevadera la vida." Sören Kierkegaard
Kierkegaard nació en Copenhague, Dinamarca, el 5 de mayo de 1813. Antes de cumplir los diez años de edad, ya había perdido a dos de sus hermanos: Michael, quien murió a los doce años en 1819, y Maren, muerta a los veinticuatro años en 1822. Durante los siguientes diez años vería morir a su madre y a otros tres hermanos -Nicoline, Niel Andreas y Severina Petra- y en 1838, finalmente, a su padre, quien le había educado e inculcado ideas que influirían en su vida y en su pensamiento por siempre.
Podemos ver que la muerte, pues, fue una constante compañera de infancia y juventud. Fue poco después del deceso de su padre cuando su vida se tornó en una verdadera avalancha de acontecimientos significativos, que decidieron su futuro. A los veintisiete años de edad, en 1840, Kierkegaard presenta un sobresaliente examen de Teología; poco después se compromete formalmente con Regine Olsen (una relación que marcó profundamente su vida), y casi de inmediato comienza a dar discursos religiosos.
Sin Embargo, antes de cumplirse un año de su compromiso con Regine, rompe con ella y consigue el grado de Magister Artium en la facultad de Filosofía. A partir de ese momento, encontramos a un Sören dedicado por completo a trabajar en sus escritos, cursos y publicaciones.
Cabe mencionar que el nombre de Sören Kierkegaard es bastante más conocido por referencias aisladas de gente más o menos famosa que por la lectura de sus libros, que en su tiempo estaban en Danés y sin traducción en algún otro idioma, en el siglo XIX y siendo re descubierto en el siglo XX a través de Jaspers, Heidegger y, en España, gracias a autores como Unamuno.
Toda la vida y obra del filósofo se ve envuelta en una angustia que no nace de sí mismo. Para entrar en contexto tenemos que remontarnos un poco a su progenitor, de quien habíamos mencionado antes, influyó bastante en su pensamiento.
Su padre, Michael Pedersen Kierkegaard, era un hombre de una religiosidad bastante infundada en el temor. De alguna manera éste pensaba que se había ganado la ira de Dios debido a sus pecados como: maldecir el nombre de Dios a temprana edad, abandonar la casa paterna y el haber engendrado a Kierkegaard fuera del matrimonio. El castigo temido era que sus hijos no llegarían a vivir mas allá de la edad de Jesucristo, 33 años. Es en esta concepción de pecado y en esta relación de padre e hijo donde radícan muchas de las ideas que influyeron en Sören a lo largo de su vida, tal lo podemos ver reflejado en obras como Temor y Temblor.
"Cuando yo haya muerto bastará mi libro Temor y Temblor para convertirme en un escritor inmortal. Se leerá, se traducirá a otras lenguas, y el espantoso pathos que contiene esta obra hará temblar." Temor y temblor. Sören Kierkegaard
Pero no sólo es la angustia lo que mueve al escritor filósofo. Su relación con Regine Olsen supuso una fuerte experiencia de amor que, sin pérdida alguna, desarrolló el concepto de Estética y Ética en Kierkegaard. El encuentro entre ambos fue de atracción mutua, incluso Sören escribe en sus diarios:
"Vos soberana de mi corazón guardada cual tesoro en lo más profundo de mi pecho, en la completud de mi pensamiento, allí... ¡desconocida divinidad! Oh, puedo realmente creer los relatos del poeta, que cuando uno ve por primera vez el objeto de su amor, imagina que lo ha visto hace mucho tiempo, que todo amor, como todo conocimiento, es reminiscencia, que el amor también tiene sus profecías en el individuo."También menciona sobre Regina:
"Creo que habría de poseer la belleza de todas las chicas para poder dibujar una belleza igual a la tuya; que habría de navegar alrededor del mundo entero para poder encontrar el lugar que me falta y hacia el que apunta el más profundo misterio de mi completo ser, y al momento siguiente estás tan cerca de mí, llenando mi espíritu tan poderosamente que me glorifico y siento que es bueno estar aquí."
Pero de alguna extraña manera, Kierkegaard termina su relación con Regina incluso antes de pasar un año del compromiso formal. Algunos eruditos proponen esta ruptura como sacrificio del Filósofo para una vida dedicada al estudio y a la producción de sus obras.
Como sea, el concepto de eticidad y estética se ven plasmadas perfectamente en su "Diario de un Seductor", obra hermosa, de tal magnitud en su expresión con una capacidad literaria digna del erudito donde expresa a la primera como inherente a la moral, unida a la religiosidad, y a la segunda como física y sexual.
Otra curiosidad, y ésto entra en lo "enigmático" de Sören, es que dicha obra fue escrita por él mismo, sin embargo niega la autoría de dicho libro. Así buscó dar un impresión confusa de su persona escribiendo libros bajo seudónimos que se contradecían entre sí. Quería mostrar al lector por medio de la ironía la incongruencia de unas ideas y reconducirlo a otras. Aunque quizá exageradamente afirmaba no creer ninguna de las palabras que había escrito bajo seudónimo, algo que sí tienen casi todos sus libros en común con el autor es el sentido melancólico que tenía de la vida.
El apodado "Caballero de la Fe", en el ocaso de sus días, se dedicó arduamente al ataque de la Iglesia Danesa, unida a la aristocracia en aquellos tiempos. Como legado tenemos la obra titulada "La Patria" y una serie de panfletos publicados por él mismo nombrados como "El momento". Para ésto, Kierkegaard se había alejado de la redacción de sus grandes obras y sus largos y más filosóficos libros. En el póstumo número 10 de "El momento", que fue hallado en su escritorio, listo para ser impreso, decía:
Otra curiosidad, y ésto entra en lo "enigmático" de Sören, es que dicha obra fue escrita por él mismo, sin embargo niega la autoría de dicho libro. Así buscó dar un impresión confusa de su persona escribiendo libros bajo seudónimos que se contradecían entre sí. Quería mostrar al lector por medio de la ironía la incongruencia de unas ideas y reconducirlo a otras. Aunque quizá exageradamente afirmaba no creer ninguna de las palabras que había escrito bajo seudónimo, algo que sí tienen casi todos sus libros en común con el autor es el sentido melancólico que tenía de la vida.
El apodado "Caballero de la Fe", en el ocaso de sus días, se dedicó arduamente al ataque de la Iglesia Danesa, unida a la aristocracia en aquellos tiempos. Como legado tenemos la obra titulada "La Patria" y una serie de panfletos publicados por él mismo nombrados como "El momento". Para ésto, Kierkegaard se había alejado de la redacción de sus grandes obras y sus largos y más filosóficos libros. En el póstumo número 10 de "El momento", que fue hallado en su escritorio, listo para ser impreso, decía:
"Antes que participar del cristianismo oficial con la última milésima parte de mi dedo meñique, prefiero infinitamente más participar en la siguiente exhibición de seriedad. Se compra una bandera en el bazar: se la despliega, con gran solemnidad comparezco ante ella, levanto tres dedos y juro. Ataviado con sombrero de tres picos, cartuchera, sable (todo del bazar), monto a caballo sobre un palo para unido a los otros, arremeter contra el enemigo, con desprecio del peligro de muerte al que visiblemente me expongo, con la seriedad de quien sabe lo que significa haber jurado por la bandera. A decir verdad no soy en absoluto amigo de participar en este tipo de seriedad, pero si no me queda más remedio lo prefiero infinitamente a participar en el cristianismo oficial, el culto divino dominical, la seriedad de los comprometidos por juramento. Lo primero es burlarse de uno mismo, lo último es burlarse de Dios".
Este sentimiento no es arremeter contra Dios y su doctrna, sino, el sistema mismo de la Iglesia del pueblo Danés que, segun el Filósofo, se inclinaba más a los intereses del hombre que a los intereses de Dios. Por tanto Dios no se manifestaba por medio de sus ministros, sino éstos, se movían por intereses propios. Tal es el caso que, en el lecho de su muerte, negó la asistencia del sacerdote para la extrema unción, pues no veía el acto de Dios por medio del hombre, funcionario de la iglesia aristócrata.
Foto: Estatua de Sören Kierkegaard en Copenhague |
Kierkegaard murió en Frederiks Hospital tras haber permanecido allí aproximadamente un mes, posiblemente por complicaciones derivadas de una caída desde un árbol cuando era niño. Fue enterrado en el Assintens Cemetery en la zona de Nørrebro de Copenhague. En el funeral de Kierkegaard su sobrino Henrik Lund protestó por el hecho de que su tío estuviera siendo enterrado por la Iglesia oficial aun cuando él había dejado claro en vida que quería alejarse de ella.
Sören se coloca como uno de los autores con mayor influencia en el pensamiento contemporáneo. Y no es por nada por lo que tratan de clarificarlo como existencialista, neo-ortodoxo, posmodernista, humanista e individualista, pues su filosofía y reflexión se ve encerrada en un halo de misterio. Los estudiosos aun se preguntan ¿Cuál es la Filosofía secreta de Kierkegaard? Sus múltiples obras aguardan por ser correctamente interpretadas algo que, sin duda, Sören nos dejó con total intención.
Es indudable que a Kierkegaard, lo marcó la concepción de la vida y de Dios, de su padre. ese pensamiento nostálgico y ese temor que aparece reflejado en sus escritos describen su pensamiento, su imaginario del mundo y de la vida.
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