La cultura mexicana, lograda y construida en los cimientos de una civilización antigua y con un legado imbatible que influye todavía aun en sus hijos (pues los mexicanos son hijos), está llena de sorpresas, curiosidades, obras suntuosas (en todo el ámbito artístico y social) y logros que se ven aderezados de historicidad digna de envidia.
Pero esta misma cultura, al igual que cualquier otra, cuenta con algunos aspectos empujados al olvido, repudiados y, en ocasiones, rechazado, realizando un acto puramente malinchista.
Así como un mosaico está repleto de piezas vistosas y hermosas, llenas de color, también están las piezas más pequeñas y menos estéticas pero que, en conjunto cono con las demás poseen una belleza inherente a su estructura, así también es la cultura mexicana.
Y es de esas pequeñas y prosaicas figuras se nos habla en el pequeño cuento: "Canastitas En Serie" de B. Traven, donde lo ignorado de la cultura mexicana muestra brillo propio, pues, no es ignorado por su naturaleza anti estética, si no, por la falta de respeto, consideración y unidad del pueblo mexicano. Esta realidad es la del pueblo indígena.
Cierto es que el utilitarismo está presente en casi cualquier cultura, y esto empuja a los ciudadanos a un pragmatismo que ignora cualquier cosa que no conduzca a lo útil, que otorgue un beneficio. Tal es el caso de las canastitas de nuestro amigo indio.
Y no sólo se trata del rechazo al producto indígena, si no también ala realidad de estos paisanos que han conservado características ancestrales, la base misma de la cultura mexicana. Así, los trosos grandes y hermosos del mosaico rechazan a los pequeños y menos vistosos. Pero en la univocidad radica la belleza ¿o no?
Nuestro autor quiere hacernos entender, a primera instancia, esta cruda realidad. y ¿qué mejor manera de hacerlo, que colocando a un extranjero que mira todo con ojos ajenos? Bueno pues aquí se encuentra lo interesante de nuestro relato, pues se centra en la percepción ajena para reflejar al lector la realidad exacta de la ruptura y rechazo en la cultura mexicana.
Por su puesto el autor no objetiviza ni a los ciudadanos ni a la sociedad en sí, pues esa no es su meta. El centro está en conocer la vida y realidad del indio (representando a toda una comunidad) y esa sorpresa que guarda como un tesoro. Ese tesoro que no ha sido descubierto pues nadie se ha interesado en buscarlo.
La artesanía es sólo un ejemplo con el cual el B. Traven busca proyectar la riqueza de los indios. Pero el relato va más allá. También nos muestra la naturaleza pensante (impresa en cualquier hombre) de este pueblo de minoría, su relación con la naturaleza, para ellos madre y hogar, y su unidad con la comunidad, misma que ha durado por generaciones.
De tal manera que el pragmatismo no puede invadir la vida del indio. Si bien éste parece prestarse a la empresa de nuestro colega extranjero (el protagonista), no puede (y así lo demuestra) deslindarse ni abandonar el proceso artístico que implica unidad con su cultura e historia. Su cultura, dignidad, historia, creencias y comunión no están a la venta (de ahí el precio imposible del trabajo).
" —Mire, jefecito —dijo el indio sin alterarse—, es el mismo precio porque no puedo darle otro. Además, señor, hay algo que usted ignora. Tengo que hacer esas canastitas a mi manera, con canciones y trocitos de mi propia alma Si me veo obligado a hacerlas por millares, no podré tener un pedazo del alma en cada una, ni podré poner en ellas mis canciones. Resultarían todas iguales, y eso acabaría por devorarme el corazón pedazo por pedazo. Cada una de ellas debe encerrar un trozo distinto, un cantar único de los que escucho al amanecer, cuando los pájaros comienzan a gorjear y las mariposas vienen a posarse en mis canastitas y a enseñarme los lindos colores de sus alitas para que yo me inspire. Y ellas se acercan porque gustan también de los bellos tonos que mis canastitas lucen."
Una forma admirable de la naturaleza noble del indio. De esta manera el trabajo es sublimado al más alto grado, de manera que ni la más alta oferta podrá jamás poseer tal belleza. Por último, el cuento pone a la mesa una pequeña reflexión que pone en el lugar merecido el valor de la obra y dignidad indígena:
"Nueva York no fue, pues, saturada de estas bellas y excelentes obras de arte, y así se evitó que en los botes de basura americanos aparecieran, sucias y despreciadas, las policromadas canastitas tejidas con poemas no cantados, con pedacitos de alma y gotas de sangre del corazón de un indio mexicano."
Con ésto, nuestro autor nos muestra el sentido de univocidad de un pueblo que es parte misma de la cultura mexicana. Una excelente historia que te lleva a comprender un poco más la realidad de estas comunidades y la sociedad mexicana, ademas del utilitarismo Estadounidense. También sirve para pensarlo dos veces la próxima vez que regatees por algún "mexican curious".
MUCHAS GRACIAS POR ESTA REFLEXION QUE ME PERMITIO HACER UN VIAJE A NUESTRO CHOQUE CULTURAL,
ResponderEliminarSE ESCRIBIO A MAS DE MEDIO SIGLO Y AUN AHORA, AL PASEAR POR LOS MERCADOS DEL SUR DE MEXICO SE ESCUCHA EL REGATEO DE LAS PERSONAS QUE NO DAN UN VALOR A SU TRABAJO SINO UN PRECIO.
MEXICO Y DOS CULTURAS